La imagen surge de la aplicación de un
ecógrafo sobre la zona anatómica a estudio.
El ecógrafo emite ondas de ultrasonido que al rebotar sobre el tejido objeto del estudio emite una imagen que será recogida en un monitor conectado el ecógrafo.
La ecografía-doppler (o eco-doppler) permite utilizar el
efecto Doppler, que fue descubierto por el físico austriaco Christian Andreas Doppler.
El efecto consiste en que cuando un objeto se aleja o se acerca a una persona, el sonido que emite varía en su frecuencia (es decir, es más o menos grave o agudo). Los ultrasonidos que rebotan en la sangre serán diferentes según la dirección y la velocidad del flujo de sangre. Cuando se acerque al ecógrafo la frecuencia será mayor, y cuando se aleje menor. Gracias a estas alteraciones en las ondas de ultrasonido, el ecógrafo puede interpretarlas y asignar un color concreto para cada frecuencia. Habitualmente se utilizan los colores rojo, azul y amarillo, y estudiar así el flujo de la sangre.
Se convierte en una técnica obligada y especialmente útil cuando se sospechan
enfermedades trombóticas de arterias o venas. También se utiliza de forma rutinaria en las
ecografías durante el embarazo.
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