Cada uno de estos estímulos se recoge por un órgano sensorial diferente, donde se traducen a impulsos eléctricos que viajan a través de las neuronas hasta llegar a áreas específicas del cerebro, donde se interpretan.
En este estudio se registra la
actividad eléctrica del cerebro mediante una serie de electrodos superficiales que recogen los impulsos eléctricos y los amplían para poder estudiarlos.
Con esta prueba los neurólogos comprueban que el sistema nervioso funciona correctamente ante estímulos visuales, táctiles o auditivos y permiten identificar
lesiones neurológicas en casi cualquier zona del sistema nervioso.
Los potenciales evocados son una prueba muy parecida al
electroencefalograma.
Consulta con nuestros neurólogos y neurofisiólogos.